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Realizar un estudio de Feng Shui completo y profesional es un proceso profundo y detallado que requiere un conocimiento especializado para lograr resultados confiables.
Si estás considerando llevar a cabo un análisis serio para tu hogar o negocio, es fundamental comprender los puntos clave que deben estar presentes en un estudio de calidad.
El objetivo es crear un ambiente armonioso que apoye el bienestar, la prosperidad y la salud de sus ocupantes.
Aquí te explico, punto por punto, los aspectos esenciales para asegurar que un estudio de Feng Shui sea auténtico, útil y efectivo.
El análisis de Feng Shui comienza desde el entorno, evaluando la energía o Qi en el terreno que rodea la propiedad. Las formas externas, como montañas, colinas, edificios cercanos, ríos y carreteras, influyen en cómo fluye el Qi y cómo este afecta a los ocupantes.
En áreas urbanas, la forma y disposición de edificios y calles pueden actuar de manera similar a los elementos naturales, canalizando, bloqueando o desviando la energía.
Cada tipo de terreno trae consigo un tipo de Qi diferente, y su combinación con el flujo de aire y luz en la propiedad define la calidad energética del lugar. Un terreno con montañas puede ofrecer protección y estabilidad, mientras que las aguas cercanas aportan abundancia, siempre y cuando el flujo sea suave y no excesivamente rápido.
Así, la primera evaluación siempre considera el paisaje exterior como la base que determina el potencial del lugar.
La calidad del Qi en el terreno circundante es esencial para determinar si el lugar es favorable. La energía benéfica, o Sheng Qi, fluye de manera serpenteante, calmada y armoniosa. En cambio, el Sha Qi, o energía negativa, es agresiva, acelerada y tiende a moverse en línea recta, generando tensiones que pueden ser perjudiciales.
Por ejemplo, una carretera recta que apunta directamente hacia una propiedad puede actuar como una «flecha envenenada«, un elemento común que puede traer conflictos o accidentes. En un estudio de Feng Shui confiable, se examinan los patrones de flujo de Qi en el entorno para minimizar las fuentes de Sha Qi y maximizar la presencia de Sheng Qi en la propiedad.
Un aspecto crucial en el Feng Shui es evaluar la protección del entorno, conocida como el “abrazo del terreno” o Sar. Este concepto se refiere a la presencia de formaciones, como montañas o edificios, que rodean y brindan seguridad y soporte a la propiedad. En Feng Shui, se habla de la «Tortuga Negra» detrás, que representa el soporte familiar, el «Dragón Verde» a la izquierda, el «Tigre Blanco» a la derecha y el «Fénix Rojo» al frente, que simboliza apertura.
La correcta disposición de estas figuras simbólicas protege a la propiedad de influencias externas negativas y favorece el flujo de energías positivas.
Un buen estudio de Feng Shui asegura que la propiedad se beneficie de esta protección natural o, en caso de no tenerla, sugiere medidas para compensarla.
Es fundamental conocer a fondo las características y la historia del edificio. En el Feng Shui clásico, la época en que se construyó un inmueble afecta la calidad del Qi, ya que la energía del lugar cambia conforme a los ciclos de tiempo y a las actividades realizadas en él. Por ejemplo, un edificio construido en el período de “Estrella 8” (2004–2024) presenta energías distintas de uno construido en la época de “Estrella 7”.
Además, es crucial contar con un plano preciso del edificio y verificar su orientación exacta para aplicar las fórmulas de tiempo y espacio, como el sistema de Estrellas Volantes (Xuan Kong Fei Xing). Estas fórmulas se basan en la orientación y en el momento de la construcción para determinar la distribución de energías en cada sector de la propiedad.
El análisis de las direcciones es un componente esencial del Feng Shui, pues cada dirección cardinal (norte, sur, este, oeste y sus intermedios) tiene sus propias características energéticas.
Mediante el uso de la brújula Luo Pan, se determina con precisión la orientación de la propiedad, lo que permite identificar las direcciones de entrada del Qi y establecer la mejor ubicación de puertas, ventanas y otras aberturas.
Por ejemplo, la entrada principal de la casa, considerada la “boca del Qi”, debe recibir energía positiva desde la dirección que sea más beneficiosa según el análisis de Estrellas Volantes y el número Kua de los ocupantes. Un buen consultor de Feng Shui estudia estas variables para que el Qi fluya adecuadamente desde el exterior hacia el interior.
Un análisis de Feng Shui completo utiliza el plano de la superficie de la propiedad para dividir el espacio en nueve sectores, utilizando el sistema del Bagua. La orientación de cada sector y su correspondencia con las energías que representa permiten identificar qué áreas necesitan refuerzos o ajustes.
Un plano a escala ayuda a determinar la ubicación exacta de cada habitación y la función de cada sector, lo que es fundamental para aplicar fórmulas como el sistema de Estrellas Voladoras. Este sistema analiza la combinación energética de cada sector y revela qué áreas pueden potenciarse para mejorar la calidad de vida de los ocupantes.
En un estudio de Feng Shui serio, los datos de nacimiento de cada ocupante son esenciales para personalizar el análisis y ajustar el entorno según las necesidades individuales. Cada persona posee un mapa Bazi o carta de los Cuatro Pilares del Destino, que revela su perfil energético. Esta carta permite identificar las direcciones, los colores, los elementos y los sectores más beneficiosos para cada individuo.
Por ejemplo, una persona con carencias en el elemento Madera puede beneficiarse de estar en un sector asociado a ese elemento o que reciba energía de direcciones que armonicen con su perfil Bazi. A través de este análisis, el consultor de Feng Shui puede recomendar ubicaciones específicas para el trabajo, el descanso y otras actividades clave, alineadas con el bienestar de cada ocupante.
Aplicar el Feng Shui al interior de la propiedad es esencial para crear un ambiente que fomente la armonía, el bienestar y el éxito de los ocupantes. La ubicación de muebles, colores y materiales deben coordinarse para potenciar el flujo del Qi. A través del Feng Shui clásico, el consultor puede identificar sectores que apoyen la salud, la riqueza y las relaciones.
Por ejemplo, la ubicación de la cama, el escritorio y la puerta en la habitación deben seguir principios que fomenten un flujo de energía positivo, evitando posicionamientos que puedan bloquear o estancar el Qi. Además, el uso adecuado de colores y elementos naturales en cada área refuerza los sectores específicos del Bagua.
Un estudio completo de Feng Shui no es solo una consulta superficial, sino un proceso minucioso y personalizado que requiere experiencia y precisión.
A través del análisis de la forma del terreno, el flujo del Qi, el entorno interno y la influencia de los ocupantes, un estudio profesional de Feng Shui puede transformar la calidad de vida, facilitando el éxito, la salud y la armonía de quienes viven y trabajan en el espacio.
Al optar por un análisis profesional, estás invirtiendo en una herramienta poderosa para crear un ambiente que apoya tu bienestar y tus metas, respaldado por miles de años de sabiduría ancestral.
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